El golpe del cajón. Un acorde en guitarra. El lamento de un saxofón. Las notas potentes que provienen desde tu instrumento se conectan con el público a nivel visceral. Y el sonido necesita un micrófono que pueda manejar esa fuerza. Para cada condición acústica, el SM57 capta la potencia de tu ejecución para que cada uno de tus fans la escuche.
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